Lejos
de abarrotados y ruidosos estadios, en plena armonía con el entorno del
santuario de Virgen de la Fuente en Peñarroya, una decena de alumnos de
la localidad adquiría el sábado sus primeras nociones de Tai Chi. En
lugar de gritos se oía el crepitar de las piedras contra el suelo
durante los movimientos. Sin nerviosismo ni tensión, la paz se traducía
al lenguaje del silbar de los pájaros.
"Es un deporte complicado a nivel de federación, porque se mezcla con
otros y tampoco es olímpico, pero es de los pocos que permite adquirir
un nivel de bienestar tan amplio". Así se refería Ferran Bonet,
entrenador nacional y responsable de la jornada, al deporte que viene
practicando e impartiendo desde hace décadas.
De ascendencia ibicenca pero criado en Valencia, este experto en la
técnica oriental lleva más de un año viviendo en Torre del Compte. El
Club Deportivo Sifu, al que pertenece, se encarga de dar clases de Tai
Chi en algunos municipios del Matarraña gracias a un convenio suscrito
con la Comarca. Y se prevé que en los próximos meses se extienda la
oferta.
Por ahora,
Bonet imparte clases en la Fresneda, Torre del Compte, Valderrobres y Calaceite.
En Peñarroya lo hará próximamente. |
Lo más
destacable a la hora de introducir este deporte en el Matarraña es que "lo puede
practicar gente de todas las edades, que agradecen mucho sus beneficios", en
palabras del propio entrenador.
Entre lo
que se puede conseguir con la práctica del Tai Chi destacan la mejora en la
movilidad, en la respiración, la digestión, la eliminación del estreñimiento y
el alivio de estados depresivos o nerviosos. También contribuye a corregir la
falta de atención y memoria. Según Ferran Bonet, "es una técnica muy necesaria
actualmente tanto por los problemas derivados de la crisis como por el estrés".
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Asimismo,
el Tai Chi produce beneficios en personas que han sufrido lesiones musculares o
que atraviesan enfermedades graves como el cáncer.
Deporte en expansión
Las
jornadas realizadas en Peñarroya durante el fin de semana ponen de manifiesto
que el Tai Chi gana adeptos en nuestro país. Según el entrenador, hace 15 años
había 25.000 personas que lo practicaban y ahora el número de deportistas supera
los 50.000.
Al igual que en el resto de zonas en las que el Tai Chi está consolidado, en el
Matarraña se busca que este deporte beneficie cada vez a más personas. La
implantación en los diferentes pueblos permite promover el ejercicio en todas
las edades, mejorar el rendimiento físico de quienes lo practican, fomentar la
satisfacción de los vecinos a nivel general y la creatividad personal. Todo esto
se resume en el trinomio de entrenamiento, ocio y formación.
"Lo curioso es ver que asisten a las clases varias generaciones de una misma
familia porque desde los niños hasta los ancianos pueden practicar Tai Chi",
afirma Ferran Bonet. |